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Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad 744 400 Ángel Herraiz

A veces veo líderes profesionales (vamos, formados por carrera o máster) y no profesionales, que lideran a sus equipos con una inteligencia emocional más que cuestionable, con un coeficiente de resonancia muy bajo, y yo me pregunto si desde el punto de vista del liderazgo y la inspiración alguien les ha enseñado esta frase que Spiderman apunta tan bien “un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”.

En esta escena el abuelo le recuerda a Peter Parker que solo por que pueda pegarle a un chico no quiere decir que sea correcto hacerlo. Es decir que disponer de un poder, por delante de ser un derecho es una responsabilidad. Es una cuestión de conciencia.

Este simbolismo pasa en el mundo de la empresa día a día, pero no de la forma constructiva que debiera, sino más bien, generalmente en la opuesta.

Veo a muchos líderes discutir con sus trabajadores, desecando totalmente la resonancia de sus relaciones, liderando desde el ego y no desde la templanza, minando la sostenibilidad y el crecimiento debido a sus propias dependencias emocionales y todo ese factor humano que inhibe el factor productivo y creativo de una empresa.

I have a dream, y es que un día los másteres y carreras incluyan la asignatura “habilidades directivas” con la importancia que se merece. Hasta entonces, le diría a los líderes del mundo que, antes de discutir, reprimir, ordenar, tomen conciencia de esta frase “un gran poder, conlleva una gran responsabilidad” y, antes de dar salida a la testosterona (sean hombres o mujeres), respiren hondo y se pregunten, “¿cómo puedo sacar lo máximo de mis colaboradores?” “ah, sí, eliminando la culpa, delegando adecuadamente (no todo es delegable), siendo resonante, demostrando confianza, y dando la talla en cuanto talante se refiere cuando suceden errores”